sábado, 5 de mayo de 2012

Contigo, al fin del mundo

Me resulta interesante cuán diferentes son unos caballos de otros. Durante éstos días estoy saliendo sólo a pasear, cada día con uno de los caballos.

Cuando salgo con Yuli, hacemos rutas tranquilas y aprovecho para investigar caminos, ya que le parece bien descubrir cosas nuevas, es segura de sí misma.

Cuando salgo con Student todo es difente. Nunga gustó de salir sólo, pero últimamente salimos bastante más y, en los primeros 15 minutos no pone complicaciones. Intento llevarle por caminos que conoce, porque no es caballo de investigar mucho. También le doy rienda suelta porque es activo y fuerte y le gustan los aires de trote y galope bastante más que el paso, tanto en pista como en campo.

Algunos y algunas pensaréis: quizás tenga mucho que ver tu estado de ánimo. Eso es algo que he trabajado mucho, es más, él y yo estamos haciendo un buen trabajo de suelo. Cuerda, riendas largas, comunicación tanto en corraleta como en pista, algunos pinitos con el manejo de su cuerpo y el mio también estamos haciendo.

Resulta muy interesante acercarse a los caballos, convivir con ellos y advertir sus formas de ser, de actuar e interactuar. Cuando monto a Yuli llegamos a una compenetración total, casi no uso las bridas y responde a la voz a todas las indicaciones, sin embargo, cuando estamos en la corraleta es más reacia a trabajar conmigo. Sin embargo, cuando salgo con Student tenemos que andar siempre poniéndonos de acuerdo y, por el contrario, en el trabajo de suelo y en la corraleta tenemos muy buena relación.

Os comparto esta imagen porque en todo el tiempo que Student está conmigo, nunca le había visto tocar una piedra de sal. Hoy lo he visto y he quedado sorprendido, nunca dejo de conocer cosas nuevas de él.

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