sábado, 3 de junio de 2017

¿Por qué con caballos?

Hace unos días estuve hablando con dos personas que van a realizar un estudio de investigación sobre terapias con animales, y me hicieron la pregunta que titula el post. Yo les dije que se me ocurren motivos para trabajar con caballos para cada una de las personas con las que trabajo, pero que a nivel general es dificil hablar de beneficios "universales". Trabajar siempre desde lo individual me lleva a hablar siempre de cada caso, y no de todos en conjunto pero... con el fin de sintetizar, resaltaremos cuatro.
- El caballo vive en un entorno natural, “desinstitucionalizado” en el que la persona se encuentra libre de estímulos y herramientas diseñadas. En este entorno todo es más espontáneo. Los ejercicios que parecen “iguales” (a los realizados en otros entornos más cerrados) son “diferentes”.
- Por norma general, a todas las personas nos gusta estar cerca de los animales y, también, de los caballos. De esta forma, el caballo se convierte en un potenciador de la predisposición a realizar actividades.
- El caballo posee un movimiento característico que imita el patrón de la marcha humana. De esta forma, cuando una persona está sentada (o en otras posturas determinadas) encima de un caballo se activan una serie de movimientos que se proyectan desde la pelvis y que se reproducen en casi todo el cuerpo de la persona, pudiendo ello ser usado como herramienta para estimular el desarrollo psico- motor.

- Los caballos no juzgan a la persona que está cerca de ellos. De esta forma, montar a caballo es una actividad que iguala a las personas con capacidades diferentes independientemente de cuáles sean esas “capacidades” sin estar encima de un caballo o junto a él.  


lunes, 22 de mayo de 2017

LA MONTA “AMAZONA”

LA MONTA “AMAZONA” EN TERAPIAS ECUESTRES
Como viene siendo mi experiencia, trabajar en edades tempranas (o atención temprana) es el centro de mi trabajo. El grueso. Siempre intento trabajar en diferentes posturas para aprovechar los balanceos y las desestabilizaciones que proporciona cada una. De esta forma, estimulamos la capacidad de equilibrio y, por supuesto, la recomposición de la postura.
Trabajar a horcajadas favorece el trabajo del cuello, abdomen y, sobre todo, se pone énfasis en la abducción. Con esto estamos trabajando la capacidad de andar. El aumento del tono muscular en abductores y, sobre todo, propiciar la activación de estos hace que la deambulación se mejore y se recomponga la postura de bipedestación. Ahora bien…
Para andar, en los inicios de esta acción, se precisa de un punto de referencia. Ver cómo los bebes comienzan a andar es muy ilustrativo (Tener dos hijos de edades tempranas me ha ilustrado mucho).
Llegado un momento, el punto de referencia se deja de tener en cuenta y la deambulación continua. Así pues, trabajar de un lado del lomo del caballo (y del otro, a misma duración y cadencia) fomenta la activación de músculos como sistema abdominal, glúteos, abductores, cuádriceps, gemelos (y quien sabe cuantos mas…) y esto nos lleva a pensar y comprobar que ha de ser una práctica imprescindible en edades tempranas.

Cuando lo realizo, trabajo con un leve presión en cuádriceps, y me doy cuenta de cuán positivo es en la activación de músculos. Rápidamente se ven los resultados. Lo trabajamos sin cinchuelo. No hay posibilidad de agarre para realizar compensaciones. 


martes, 18 de abril de 2017

CABALLOS EN EDADES TEMPRANAS

Cuando hablamos de edades tempranas estaríamos refiriéndonos a la actividad en niños y niñas de menos de dos años.

Es muy interesante ver cómo estos niños recomponen su postura a cada momento aún sucediéndose los balanceos (desestabilizaciones) que les supone estar encima del caballo a medida que éste se va desplazando. Me sorprende esta capacidad que, normalmente, en adultos está menos presente.

En estas edades se está dando lo que llamamos el proceso a la bipedestación y la deambulación. Es decir, pasar del gateo a estar de pie y comenzar a andar.

Es importante, como siempre se dice, que se desarrolle un gateo correcto. También es importante desarrollar la capacidad para pasar de estar acostado boca arriba a estar sentado. Es importante la capacidad del volteo (darse la vuelta). En todo este proceso aparecen los apoyos y enderezamientos. Los apoyos se realizan principalmente con las palmas de las manos abiertas (también con codos, pies...). Todo este proceso se va aprendiendo e interiorizando a través del ensayo error y, sobre todo, se va aprendiendo gracias a una necesidad de conocer el medio.

Colocar a los bebés boca abajo les permite empezar a levantar la cabeza y voltearla de un lado a otro. El niño siente una necesidad de mirar lo que escucha al otro lado, de coger lo que tiene fuera del alcance de su mano, al fin y al cabo, de descubrir lo que hay y pasa a su alrededor. Esta estimulación es de vital importancia para el paso a estar "a gatas".

Cuando somos capaces de estar es esta postura somos capaces de descubrir mucho más entorno de lo que éramos capaces de captar estando permanentemente en una postura (bien boca arriba, bien boca abajo o bien de uno de los lados). Es por eso que van íntimamente ligados el desarrollo motor y el desarrollo cognitivo. Soy capaz de cambiar de postura gracias a una necesidad de conocer el mundo.

Pasaríamos poco a poco a ser capaces de estar sentados. También de pasar a adoptar la postura del gateo y a volver a sentarme.

Observar este proceso en un bebé es muy interesante y con ello se comprenden conceptos como balanceo, compensación, apoyo, enderezamiento, equilibrio.

Trabajar con el caballo permite sobre todo una estimulación del sistema vestibular. Este sistema es el encargado del desarrollo del equilibrio. Por supuesto, cuando nos aprovechamos del movimiento del caballo estamos haciendo un desarrollo del tono muscular en abductores, cuello, abdomen... También estamos ofreciendo mucha información para el agarre y el control del cuerpo en general. Estaríamos hablando de equilibrio y postura. Es una buena forma de complementar y apoyar la capacidad tanto de la bipedestación como de la deambulación. Siempre hablamos, en estas edades, de un refuerzo al propio descubrimiento que esta realizando el niño.

Por otra parte, debemos de aprovechar mucho los giros amplios del caballo. Propiciar una fuerza centrífuga hará, por una parte que se active el sistema vestibular y aparezcan las compensaciones del propio peso y, por otra que se active la capacidad de recomponer la postura, el enderezamiento.

Realizando salidas, activamos la capacidad de compensación del peso, es decir, una llamada al equilibrio. Realizando paradas, además de lo anterior, activaríamos los apoyos. Pedimos a los reflejos que reaccionen ante una descompensación fuerte y entren en juego principalmente las manos para retomar una postura.

A continuación, todo nuestro cuerpo es llamado a recomponer una posición, a realizar un enderezamiento. Tanto el gateo como la propia acción de andar es un continuo ejercicio de recomposición de postura, de retoma del equilibrio. Es por ello que todo lo que trabajemos con el animal, siguiendo esta línea, será perfectamente extrapolable por el niño a su capacidad de desplazamiento, ya sea por medio de la acción del gateo o por medio de la acción de caminar.

 

lunes, 17 de abril de 2017

ESCUELA DE SEMANA SANTA

Después de las grandes sonrisas y el disfrute en la Escuela de Navidad, no había más remedio que repetir en Semana Santa. Con la única diferencia de que nos habíamos convertido en el doble de participantes.
Cuatro días para disfrutar jugando y trabajando en el campo.

Como cada día, damos de comer a nuestros animales, las gallinas comen harinilla con trigo en grano. Es una comida que se prepara, removiendo mucho y con muchas ganas.
Después de ello, pasamos a dar de comer a los grandullones de la casa, los caballos.

Con las lluvias del otoño e invierno, el trigo ha crecido muy bien, por lo que hemos podido segar mucho y tenemos el pajar lleno de brotes que les encantan.
Este primer día hemos plantado lechuga en suelo y en maceta, hemos aprendido que las plantas que se cambian de sitio (que no son semillas) necesitan de un gran ayudante que estimula las raíces, y esa palabra ha estado en cada taller de planta. VERMICULITA.

En los talleres de planta hemos aprendido a cultivar maiz, girasoles, perejil, cebollas y lechugas.


Como la tierra tiene que estar suelta, cogimos el rotavator y pudimos saber cómo funciona. Después de ello, la tierra estaba preparada para meterla en los maceteros y a plantar.

Uno de los talleres de planta en macetero fué para aprender un sistema de riego muy poco utilizado pero muy socorrido para cuando nos vamos de viaje. Consiste en meter una cuerda dentro del macetero y dejarla salir fuera hasta llegar a otro recipiente que llenamos de agua. Poco a poco, a través de la cuerda, el agua va pasando al macetero y nuestra planta siempre está hidratada y la tierra húmeda.


Cada día montamos a caballo, hicimos juegos y peinamos a los animales.


Tuvimos la oportunidad de plantar el maiz en suelo. Hicimos los surcos y nos organizamos por grupos para que todo quedase bien repartido. En breve tendremos resultados porque está haciendo mucho calor, lo que más le gusta al maiz junto con el agua. Aprendimos que el maiz es de la familia de las cañas, y que por eso crece donde hace calor y hay humedad.


Por supuesto, tenía que haber sitio para un taller de cocina. Volvimos a hacer el pan porque nos encantó en Navidad. Esta vez, tuvimos que hacer panes originales. Hubo caracoles, serpientes, nubes, soles...


Cada día realizamos una excursión, nos encantó la excursión para ir a conocer las cabras. Qué difícil fue perseguirlas...


Y otra de las excursiones chulas fue ir a conocer a Harley, el caballo más alto del mundo.

En definitiva, como es nuestro hacer. Poco a poco. Hemos disfrutado de cada actividad, hemos aprendido con ella. Hemos aprendido que el tiempo nos lo enseñan con las estaciones: verano, otoño, invierno y primavera. Pero también se puede medir con las actividades agrícolas. Nada tiene que ver las actividades de agricultura que hicimos en Navidad con las que hemos hecho en Semana Santa. Nada tendrá que ver con lo que se hará en verano.

Hemos aprendido que los animales nos hacen disfrutar pero que también les tenemos que cuidar.

Hemos aprendido que trabajar en la naturaleza y con ella es divertido, es emocionante. Es valiente.


Hasta pronto

domingo, 2 de abril de 2017

MI AMIGA ANDREA (Sobre el autismo).


Andrea (nombre ficticio) y yo nos juntamos a pasar un rato jugando una vez a la semana. Quizás de su boca no sale la palabra hola pero cada vez que viene se queda parada delante de mi esperando a que me agache. Me mira a los ojos de forma intermitente y, en vez de ser ella quien se acerque, prefiere que sea yo quien se agache y diga su nombre.
Como somos tan buenos amigos, cada vez que nos vemos nos abrazamos. Ella se sienta en mi muslo y nos decimos que nos alegramos de vernos. Para decirlo no nos hacen falta las palabras. Entre los amigos, casi siempre, sobran las palabras.
A Andrea le gusta ver cómo están los animales y también chequear que todo sigue en su sitio. Cuando llega inspeccionamos todo, y si he hecho algo nuevo me gusta enseñárselo. Le cuento todas estas cosas porque a ella le gusta saberlo.
Después vamos a la pista a jugar con el caballo. Ella sabe que decir para que el caballo ande o se pare, también sabe señalar donde se encuentra cada cosa en la pista. Hacemos nuestros juegos de siempre y, al terminar, dejamos todo en su sitio. Yo tengo el defecto de ser bastante desordenado pero, por suerte, Andrea me ayuda a que las cosas no se pierdan y puedan estar guardadas para cuando las volvamos a necesitar.
Al terminar, a mi me gusta que vayamos a dar de comer a los animales. A Andrea a veces le asusta un poco todo ello. Nos agachamos en el suelo y nos damos un abrazo, después andamos cogidos de la mano y vemos qué vamos a hacer.
Ahora nos entendemos de maravilla. Hemos aprendido que se habla con las manos y con los gestos de nuestra cara. También con palabras y con trocitos de papel plastificado. En definitiva, si nos entendemos no importa cómo hablemos.
Ahora nos llevamos genial. Hemos aprendido que cuando uno no se encuentre bien debemos hablar a la misma altura. Cuando jugamos con el caballo no hay problema porque ella va sentada arriba. Si estamos en el suelo yo me agacho.
Ahora lo tengo claro. Puedo ser su educador, puedo ser su terapeuta pero también soy su amigo.  
Estar cerca de Andrea me ha enseñado a comunicar mis emociones claramente con los gestos de mi cara. También a explicar las cosas con la información precisa y necesaria, es decir, a no irme por las ramas. Estar cerca de Andrea me ha enseñado a tomar siempre en cuenta cómo se encuentra la persona que tengo delante. Estar junto a Andrea me ha hecho entender que la comunicación es una cuestión, al menos de dos. Que el problema no está en el que no entiende, sino en los no saben entenderse.




  

miércoles, 8 de marzo de 2017

PROGRAMA ESCUELA DE SEMANA SANTA

ESCUELA DE SEMANA SANTA
DÍA 1
10:00 Acogida al grupo y presentación.
10:30 Alimentación de los animales (caballos, gallinas, pavos y cabras).
11:30 Taller de huerto. Plantación de lechuga.
12:30 Actividad a caballo.
13:15 Corte de palmas de semana santa.
13:30 Despedida y cierre.
DIA 2
10:00 Acogida al grupo y alimentación de los animales.
11:00 Excursión.
12:00 Taller de semillero. Plantación de calabacín, calabaza, tomate, pimiento, berenjena.
13:00 Actividad a caballo.
DIA 3
10:00 Acogida del grupo y alimentación de los animales.
11:00 Taller de agricultura. Plantación de maíz.
12:00 Excursión breve. Recogida de cañas para el huerto.
13:30 Despedida.
DIA 4
10:00 Acogida del grupo y alimentación de los animales.
11:00 Taller de cocina. Pizza con masa casera.
12:30 Taller de huerto. Recolección de habas y desgranado.
13:00 Taller de esparto. Nidos para pájaros.
DIA 5
10:00 Acogida del grupo y alimentación de los animales.
11:00 Taller de esparto, nidos para pájaros.  
11:45 Actividad a caballo.

12:45 Excursión sorpresa. Visita a Harley. El caballo más alto del mundo. Entrega de regalo fin de escuela. 

domingo, 8 de enero de 2017

una escuela de navidad

Rondaba la idea de organizar una escuela y un brote de decisión la puso en marcha. Faltaba lo más importante: ganas de disfrutar y aprender. Quizás un poco de ilusión podría ser un ingrediente fundamental. También lo sería el tiempo y, por supuesto, un grupo de niños y niñas que quisieran venir. Muchos, pocos, algunos,… Ahí estuvieron.
 Contad con nosotros, y con ellos. Y con todos. El número exacto. El grupo perfecto.
Lizy se encargaría de los caballos. Pascual de poner el material a punto. Noelia hacer que todo cuadrase. Juan de preparar la huerta. Carmina, como siempre, de poner los puntos de cordura.
Comenzamos. Menos dos grados de temperatura nos esperaban a las ocho de la mañana. A las nueve y media empezarían a llegar los protagonistas de esta historia de navidad. Si no nos paraban las dudas tampoco lo haría el frío.
Comenzamos con el reciclaje. Unos botes de leche para bebés y unos cuantos periódicos comenzarían a mostrarnos que lo que a veces llamamos basura puede convertirse en algo útil, solo necesitamos tiempo, paciencia y un poco de creatividad. De eso estaban llenos estos visitantes.

El sol comienza a salir y nos vamos a comenzar nuestra bonita aventura en la agricultura. Azada, cajas, carretón y guantes. Con esas armas nos enfrentamos al caballón. Apartamos las gomas de riego y diferenciamos qué planta es la patata. Localizada. A mover la tierra y… -¡patata, patata, patata!- Fue emocionante. Ahí estaban esperándonos.

Vamos a quitarles la tierra, nos las llevamos a casa y esta noche las tomaremos para cenar. No sin antes aprender qué es cocer, qué es freír y qué es asar. Gracias a las nuevas tecnologías, desde casa tuvimos noticias y felicitaciones por la cosecha. El trabajo bien hecho tiene su recompensa… a veces en forma de patata. A mismo tiempo, en forma de sonrisa.

Después de un gran trabajo, vamos a montar a caballo. La parte estrella. Trabajamos la paciencia, la espera porque somos varios y todos tendremos el placer de subir en Berta.

Segundo día, como siempre, damos de comer a los animales. 


Hoy nos espera la gran aventura del pan. Gracias a estas lluvias, las tablas de trigo están que da gloria verlas. Las espigas casi no se tienen en pié. Están a punto.


 Aprendemos que el pan viene del trigo, que se separa de la paja que es para nuestros amigos los caballos. El grano se cosecha y se muele. Hacemos harina. Vamos entonces a hacer el pan.
Levadura fresca, aceite, agua, sal y harina. Un peso. Qué gran descubrimiento aprender y comprobar cuanto pesan las cosas. Hasta nuestros bocadillos del almuerzo tienen una medida en peso. 


Amasando. Nos llenamos de harina… Más espera, más paciencia. La masa tiene que subir. Mientras tanto montamos a caballo.
Hoy también nos llevamos la cena.




Tercer día. Pintamos nuestra hucha hecha con materiales reciclados. Plantamos ajos. Dientes, cabezas y tierra movida. Regar: de lo que quieras disfrutar te tendrás que preocupar.
Damos un paseo y encontramos huellas de caballo, de paloma, de perro y de jabalí.




Hola, hoy es el cuarto día. Realizaremos un taller de semillas. Haremos un calendario de siembra. Diferenciamos las plantas que germinan con frio y las que germinan con calor.
¿De donde vienen las semillas? Normalmente de los frutos.
Maíz, lo plantaremos cuando haga calor:



Calabaza, la plantaremos a mitad de verano para que estén a punto para Hallowen:


Pimiento, lo plantaremos cuando esté acabando el frío para que esté a punto cuando llegue el calor:

Habas… Las plantamos cuando hace frío… es decir, hoy.


¡Vamos a recolectar zanahorias!



Tenemos preparado nuestro semillero y nuestro calendario de siembra. Este año seremos agricultores.
Para tener algo que cuidar y ser agricultores, plantaremos un repollo en una maceta y nos lo llevaremos a casa. Así iremos aprendiendo a tenerlo todo a punto.


En Semana Santa tendremos otra escuela. Todos nos apuntamos de nuevo. Nos esperan las habas que hemos plantado, las acelgas y el brócoli. Tendremos que poner a punto nuestra huerta con tomates, calabacines, pimientos y berenjenas. También estaremos cosechando trigo y alfalfa para nuestros animales. Haremos queso fresco y, también nidos de esparto para los pájaros.
¡Todo ha salido genial!