sábado, 12 de enero de 2013

¿Que pasa cuando una persona se sube a un caballo?


¿Qué le pasa a un caballo cuando alguien se le sube encima?

Ayer, como cada martes, tuve a una de mis amigas caballisticas (o alumnas, como se suele decir) aprendiendo a montar.

Antes de continuar, diré que quien viene a montar conmigo, sin quererlo, acoge mis condiciones. Siempre se participa en vestir al caballo. No siempre se monta. Siempre se pasea con el caballo desde el suelo hablándole. Siempre se para y se escucha. Siempre se analiza qué pasa. Nunca se monta con una mala postura. Siempre se termina relajando y despidiendo.

El momento dio la oportunidad de cambiar. Si bien ella siempre monta con Berta (yegua Alazana de 14 años, muy activa pero muy obediente) esa tarde montó con Estudiante. El nivel avanzado de la corraleta. Caballo fuerte y muy trabajador. Disfruta del momento de trabajo pero es muy exigente. Me explico. Cuando sale de ruta comprende que se trata de disfrutar y dosificar esfuerzos. Si estamos en pista, demanda mucha destreza. La amiga no la tiene, por el momento (porque pone mucho interés, fundamental). Estudiante comenzó a demandar riendas, contacto de piernas, equilibrio, seguridad… indicaciones.

¿Qué hace un caballo dando vueltas en una pista? Respirar y obedecer.

La palabra “obedecer” suena a sumisión. Eso no está muy aceptado en determinados ambientes. Sigamos.

¿Qué sentido tiene para un caballo dar vueltas a una pista con una persona encima? Sigamos un poco más.

¿Qué sentido tiene para un caballo dar vueltas a una pista haciendo lo que, desde las mejores intenciones, la persona no le sabe explicar?

La pista es un espacio muy polivalente. Para muchos caballos, incluso, sirve para estirarse y revolcarse en un lugar libre de excrementos y orines. Para muchos otros, y también los primeros, es un lugar donde realizar ejercicios que poco a poco ha interiorizado y realiza, con gusto o sin él. Para muchísimos otros, es un lugar de rutina. Para todos es un lugar donde prestar atención porque no suele haber momento de relajación. A veces la comunicación está presente. Muchas veces, el hierro manda. No hablaremos de eso.

El caballo sabe perfectamente si la persona que se ha subido suele montar o no. El caballo te toma el pelo y se va al centro de la pista. El caballo tiende a pararse porque es gandul. El caballo…

Antes de afirmar todo el párrafo anterior debemos de plantearnos qué cree nuestro caballo que tiene que hacer en la pista.

Cuando un caballo sale a trabajar tiene autonomía y anatomía. Músculos. A menudo, muchos caballos, no andan fuera de su cuadra o corraleta si no es con una persona encima. Reflexionemos sobre ello. Muchos caballos, incluso, no ven cara a cara a otros caballos si no es en la pista, y para colmo, lo tienen que hacer con una persona encima y un hierro dentro de la boca.

Cuando un caballo tiene a una persona encima precisa de recibir comunicación, ya que de otra manera no habría diferencia entre tirar de un carro (o una cuchilla de arado, por ejemplo) o llevar a una persona encima. Si montar a caballo se limita a usar los talones para que ande o tirar de las riendas para que pare, sin duda, lo que tenemos debajo es un animal de tiro, de trabajo físico, de fuerza.

El caminar del caballo tiene una biomecánica concreta. Si queremos montarles debemos de comprenderla. En base a ello, la comunicación está latente en base a movimientos que se facilitan con el contacto, la presión y la respiración. Es precioso ver como un caballo te entiende a base de aprovechar la gravedad. Acompasar la inercia es acompañar el movimiento, si ejerzo lo contrario sin duda provocará un estimulo que me dará el efecto inverso. Esto último lo hace mucha gente sin, nisiquiera darse cuenta. Por supuesto, consigue el efecto contrario al que busca, pero es una oportunidad genial para saber que se puede pedir freno a un caballo aprovechando su biomecánica.

¿Qué le ocurre a un caballo cuando nos subimos encima suyo? Investiguemos.

 
El bello Lorenzo con la bellísima Carmina.