¿Qué le pasa a un caballo cuando alguien se le sube encima?
Ayer, como cada martes, tuve a una de mis amigas
caballisticas (o alumnas, como se suele decir) aprendiendo a montar.
Antes de continuar, diré que quien viene a montar conmigo,
sin quererlo, acoge mis condiciones. Siempre se participa en vestir al caballo.
No siempre se monta. Siempre se pasea con el caballo desde el suelo hablándole.
Siempre se para y se escucha. Siempre se analiza qué pasa. Nunca se monta con
una mala postura. Siempre se termina relajando y despidiendo.
El momento dio la oportunidad de cambiar. Si bien ella
siempre monta con Berta (yegua Alazana de 14 años, muy activa pero muy
obediente) esa tarde montó con Estudiante. El nivel avanzado de la corraleta.
Caballo fuerte y muy trabajador. Disfruta del momento de trabajo pero es muy
exigente. Me explico. Cuando sale de ruta comprende que se trata de disfrutar y
dosificar esfuerzos. Si estamos en pista, demanda mucha destreza. La amiga no
la tiene, por el momento (porque pone mucho interés, fundamental). Estudiante
comenzó a demandar riendas, contacto de piernas, equilibrio, seguridad… indicaciones.
¿Qué hace un caballo dando vueltas en una pista? Respirar y
obedecer.
La palabra “obedecer” suena a sumisión. Eso no está muy
aceptado en determinados ambientes. Sigamos.
¿Qué sentido tiene para un caballo dar vueltas a una pista
con una persona encima? Sigamos un poco más.
¿Qué sentido tiene para un caballo dar vueltas a una pista
haciendo lo que, desde las mejores intenciones, la persona no le sabe explicar?
La pista es un espacio muy polivalente. Para muchos
caballos, incluso, sirve para estirarse y revolcarse en un lugar libre de
excrementos y orines. Para muchos otros, y también los primeros, es un lugar
donde realizar ejercicios que poco a poco ha interiorizado y realiza, con gusto
o sin él. Para muchísimos otros, es un lugar de rutina. Para todos es un lugar
donde prestar atención porque no suele haber momento de relajación. A veces la
comunicación está presente. Muchas veces, el hierro manda. No hablaremos de
eso.
El caballo sabe perfectamente si la persona que se ha subido
suele montar o no. El caballo te toma el pelo y se va al centro de la pista. El
caballo tiende a pararse porque es gandul. El caballo…
Antes de afirmar todo el párrafo anterior debemos de
plantearnos qué cree nuestro caballo que tiene que hacer en la pista.
Cuando un caballo sale a trabajar tiene autonomía y
anatomía. Músculos. A menudo, muchos caballos, no andan fuera de su cuadra o
corraleta si no es con una persona encima. Reflexionemos sobre ello. Muchos
caballos, incluso, no ven cara a cara a otros caballos si no es en la pista, y
para colmo, lo tienen que hacer con una persona encima y un hierro dentro de la
boca.
Cuando un caballo tiene a una persona encima precisa de
recibir comunicación, ya que de otra manera no habría diferencia entre tirar de
un carro (o una cuchilla de arado, por ejemplo) o llevar a una persona encima.
Si montar a caballo se limita a usar los talones para que ande o tirar de las
riendas para que pare, sin duda, lo que tenemos debajo es un animal de tiro, de
trabajo físico, de fuerza.
El caminar del caballo tiene una biomecánica concreta. Si
queremos montarles debemos de comprenderla. En base a ello, la comunicación está
latente en base a movimientos que se facilitan con el contacto, la presión y la
respiración. Es precioso ver como un caballo te entiende a base de aprovechar
la gravedad. Acompasar la inercia es acompañar el movimiento, si ejerzo lo
contrario sin duda provocará un estimulo que me dará el efecto inverso. Esto último
lo hace mucha gente sin, nisiquiera darse cuenta. Por supuesto, consigue el
efecto contrario al que busca, pero es una oportunidad genial para saber que se
puede pedir freno a un caballo aprovechando su biomecánica.
¿Qué le ocurre a un caballo cuando nos subimos encima suyo?
Investiguemos.
El bello Lorenzo con la bellísima Carmina.
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