domingo, 26 de junio de 2016

Todo esto, con la excusa de hacer un cuarto de baño.

Ya han pasado varias horas desde que la gente se fue montando en los coches y fue abandonando el lugar en el que más me gusta estar. Este espacio supone ese lugar con el que sueñas, ese lugar que roba mi tiempo con el único fin de convertirse cada vez más ese lugar en el que los "amigos" se encuentran. ¿Recordáis el significado de la palabra "amigo"?

La palabra "amigo" no aparece en los manuales de psicología, ni en los de fisioterapia, ni en los de pedagogía, tampoco en los de terapia ocupacional... ni siquiera en los manuales de atención a la diversidad... tampoco en los de deporte. La palabra amigo solo aparece en los manuales de "hacer el trabajo con pasión" y en los de "proponte un sueño y compártelo con la gente que, a veces, se cuela en tu sueño y lo hace aún más bonito".

El viernes llegaron al lugar donde se encuentran los amigos nueve personas que han hecho que mi sueño tenga más motivos para alargarse y dejarme seguir durmiendo en esta aventura, imaginaria y real, de seguir pasando largas horas bajo el sol junto a unos maravillosos animales esperando a que vengan amigos que me enseñen a enseñar, que me permitan seguir soñando.

Pasaron varios meses desde que decidí animarme a mostrar lo que yo he descubierto que son las terapias con caballos. He pasado varias horas decidiendo qué iba a decir y... no pasaron ni diez minutos desde que había empezado a hablar hasta que mi cabeza dejó de elaborar discursos y empecé a dejar trabajar mi memoria episódica (¡¡¡esto está en el manual!!!). Empecé a recordar momentos en los que he podido disfrutar de hacer lo que más me gusta para darle forma a una teoría que poco a poco se ha ido haciendo experiencia. Experiencia de amor.

En mis años trabajando a nivel individualizado he descubierto eso mismo, que el vínculo con las personas con las que trabajas es el amor. El amor es una pescadilla que se muerde la cola y una relación interesada: te enseño para que me enseñes a enseñar, y ese es el trato. Nuestro contrato es la amistad. El contrato se firma ante un testigo, el caballo. Si afinamos nuestra memoria ecoica (¡¡¡esto sale en el manual!!!) veremos que los relinchos eran el "doy fe" de los notarios.

Gracias a Bienve por ser una apasionada de su trabajo.
Gracias a cada una de las personas que han venido, sin saberlo habéis pasado a formar parte de A Través de los Caballos. Habéis dejado mucha energía aquí. Ayer, cuando daba de comer a los caballos por la tarde lo notaba. No estoy hablando de misticismos. Estoy hablando de que este lugar ahora cuenta con más recuerdos, más situaciones vividas, más personas ilusionadas.
Gracias a mi familia por apoyarme en esta locura. Por hacer los sándwiches, por hacer que mi vida sea una bendición, por animarme a seguir "haciendo amigos".
Gracias a Pascual y a Lizy, por estar locos.
Gracias a los animales, por ser especiales, por tomarnos el pelo y por, de vez en cuando, aportar lo que "los amigos" necesitan para tener cada vez más calidad de vida .

Ahora toca seguir construyendo el baño.