domingo, 14 de diciembre de 2014

¿Qué son las terapias ecuestres?

¿Qué son las terapias con caballos? ¿Quiénes realizan las terapias con caballos? ¿Cómo se hacen las terapias con caballos? ¿Dónde se realizan las terapias con caballos?
Las terapias con caballos son unas actuaciones realizadas por profesionales de distintos perfiles que, dentro de su actuación, consideran oportuna la introducción del animal equino por los beneficios que éste proporciona.
Las actuaciones de las que hablamos pueden tener diferentes fines. Educativo, curativo o con fines de mejora. Pueden tener diferentes enfoques: Pedagógico, psicológico o fisioterapéutico. (Podríamos incluir el enfoque social como separado del pedagógico).
Las terapias con caballos son realizadas por profesionales universitarios formados en distintas áreas, dependiendo del enfoque que se ponga en práctica. Así pues, tienen cabida dentro de las terapias con caballos la psicología, la fisioterapia, la pedagogía o la terapia ocupacional o formaciones regladas afines con especializaciones concretas.
Las terapias ecuestres se realizan con una metodología concreta, con un enfoque concreto y dentro de un paradigma concreto. Se realizan evaluaciones iniciales para establecer objetivos y diseñar actividades. Se realizan evaluaciones intermedias para evaluar la consecución de dichos objetivos y replantear estrategias. Se hacen evaluaciones parciales y finales. Una vez se obtienen los objetivos, el profesional da el alta terapéutica.
Las terapias ecuestres se realizan en lugares propicios para dichas sesiones. Hablamos de lugares agradables, enmarcados en la naturaleza y, por supuesto, en el mismo lugar donde dichos animales viven. Las terapias ecuestres no se realizan en picaderos o escuelas de equitación, realizar terapias con caballos no es enseñar a personas con dificultades a montar a caballo. Una sesión terapéutica precisa de un lugar íntimo, exclusivo, relajado y donde todo se mueva en torno a la persona beneficiaria. Han de ser excluidas todas las posibles distracciones para que todo se encamine a la consecución de los objetivos planteados.
Hablamos de terapias ecuestres o terapias con caballos y no de equinoterapia por la razón de que defendemos que la terapia no es realizada por el animal y que el animal no es un terapeuta. El educador, psicólogo o fisioterapeuta no cambia de profesión dependiendo de si usa un caballo o no.  El animal no es un terapeuta porque, al realizar la función que se le encomienda no se está planteando si concluye con los objetivos que se plantea o no. Sinceramente, es bastante más justo para la naturaleza. No solo se niega la libertad a un animal sino que además se le carga de una responsabilidad que no elige.

Los beneficios de las terapias con caballos los descubrimos cada día, cada sesión aporta algo insustituible. El caballo es una herramienta fisioterapéutica insustituible y un motor educativo magnifico. Es un elemento motivador muy potente y, sobre todo, muestra la ternura y la importancia del cuidado por el medio ambiente. 
¿Las terapias con caballos son equinoterapia? No. Son terapias con caballos. Los terapeutas son terapeutas con caballos o sin caballos. Existe la terapia, incluya o no caballos. 
Las terapias con caballos son un acierto en todos los sentidos y por ello las realizamos. Les esperamos. 

jueves, 16 de octubre de 2014

¿Podría mi hijo/a participar en terapias ecuestres?


La respuesta es sí, siempre. Maticemos, casi siempre. Hay algunos casos en los que estaría contraindicado (relacionados principalmente con la columna vertebral).
Una de las reglas básicas para garantizar el aprendizaje es que ha de ser, a priori, atractivo. Ahí es donde entra nuestro amigo, el caballo. Sin duda, es un potenciador de la motivación. Es muy gracioso que, semana tras semana, vengan los niños a recibir sus sesiones de aprendizaje con caballos y sus padres me digan “lleva toda la semana preguntando: “¿hoy vamos con Juan a los caballos?”. Hay niños que guían su interacción comunicativa con imágenes y, es muy alentador que aplaudan cuando se les muestra la imagen del caballo.
Por otra parte, el espacio que requiere esta actividad está en plena naturaleza. Nuestras sesiones se llevan a cabo en una pista con elementos de motricidad (fina y gruesa), está llena de colores y juguetes que vamos usando en las sesiones y, casi siempre, terminamos o comenzamos la sesión con un paseo en pleno campo, disfrutando del paisaje.
El caballo tiene una temperatura corporal superior a la de los humanos. Al estar los cuerpos (humano- equino) en contacto, ese calor se transmite. No hace falta decir que el calor corporal relaja y proporciona seguridad. Prueba de ello es el sentido de los abrazos. Las personas, cuando están tristes, alegres, inseguras o quieren transmitir sentimientos de cariño se abrazan; precisamente por todos los beneficios que aporta el calor de los cuerpos en contacto.
Los equinos se desplazan en tres “aires”: paso, trote y galope. El paso es el patrón de movimiento más lento. Proporciona tranquilidad, serenidad, concentración (por la repetición). El trote proporciona alegría; es gracioso ver cómo, incluso los niños con carencias de lenguaje, intentan decir “trote” para sentir ese movimiento que les provoca sonrisas e, incluso carcajadas. El galope es la fuerza, la emoción. Sin duda, subir a un niño conmigo y salir a galopar con un caballo genera un vínculo de confianza muy importante entre ambos. Por supuesto, la adrenalina está presente con todo lo que ello nos beneficia.
Por supuesto, no todo lo hacen los caballos. Para que una terapia ecuestre sea efectiva ha de ser guiada y liderada por un profesional preparado. Una persona versada en pedagogía es capaz de enseñar en un aula, en una plaza o en una pista de hípica. Un mecánico, por muchas herramientas que tenga, no podrá reparar coches sin unos amplios conocimientos de mecánica. En terapias ecuestres ocurre lo mismo. Podremos tener caballos, pista o materiales pero el éxito de las sesiones las garantiza un profesional formado, con experiencia y, por supuesto, con animales que conozca perfectamente.

En A Través de los Caballos ofrecemos todo lo descrito, un espacio motivador, todo lo que los caballos aportan y sobre todo, somos profesionales de la salud y de la educación con experiencia, formados específicamente en terapias ecuestres y con animales preparados y entrenados para estas sesiones. Nuestros caballos trabajan, casi exclusivamente, en terapias ecuestres.  


miércoles, 8 de octubre de 2014

CURSO: EL PAPEL DE LA PERSONA VOLUNTARIA EN UN CENTRO DE TERAPIAS ECUESTRES

CURSO: EL PAPEL DE LA PERSONA VOLUNTARIA EN UN CENTRO DE TERAPIAS ECUESTRES
CONTEXTUALIZACIÓN
A Traves de los caballos es un centro independiente y auto gestionado que tiene su sede en el término municipal de Cieza. Se vive con animales, se convive con ellos y, durante el tiempo que queda libre se realizan sesiones de terapias ecuestres.
Cuando se decide comenzar a trabajar con un caso comienza un protocolo de coordinación con el resto de entidades que trabajan con el niño o la niña; colegio, instituto, centro de atención temprana, familia y otras entidades implicadas.
En A Través de los Caballos no pensamos que el caballo sea una herramienta de cura o un elemento clave para la mejora de las personas sino más bien una estrategia muy eficaz para el trabajo en pro del bienestar de la persona siempre que sea utilizada por un/a profesional que conoce lo que está haciendo y qué quiere conseguir con ello.
OBJETIVOS:
Formar a personas interesadas en integrarse en el ritmo de un centro terapéutico que utilice caballos para mejorar la calidad de vida de personas que lo precisen o quieran utilizarlo.
Acercar a los caballos a personas interesadas en ello.
PERFIL DE LAS PERSONAS INTERESADAS EN LA FORMACIÓN:
-          Personas con predisposición a dedicar su tiempo a la causa descrita desinteresadamente (a nivel económico).
-          Personas que quieran aprender sobre dichos animales.
-          Personas interesadas en aportar algo a que dicha causa sea llevada a cabo.
Anotaciones importantes:
No buscamos perfiles concretos como personas formadas en fisioterapia, educación, piscología, terapia ocupacional u otros, aunque, por supuesto, valoraremos su criterio como personas formadas en dichos ámbitos.
No exigimos un horario concreto ya que la tarea de las personas voluntarias no se reduce a la asistencia y colaboración en las sesiones.
Exigimos compromiso y seriedad.


Las personas interesadas han de mandar un correo electrónico a juan.gual@yahoo.es e informar de su interés para pasar a formar parte de la lista de candidatos/as a la formación y ser voluntarias en A Través de los Caballos. 

sábado, 12 de abril de 2014

MI GRATO TIEMPO CON FANDILA


     
Hace unos pocos años que empecé a juntarme con mis amigos los caballos y puedo decir que ha sido uno de los descubrimientos que han marcado mi vida. Desde ese entonces, despierto y bajo a verles, les doy su comida. Paso el día pensando en ellos. A veces son jornadas enteras. Plantar maíz, alfalfa, cercar zonas para sus pastos… nada menos que procurar su bienestar.
Desde hace unos meses cuento con una burrita en mi manada. Todavía está haciéndose su sitio… lo cierto es que le está costando. Es muy hábil, así que se las va apañando.
Tener un asno es bastante diferente a tener un caballo. Antes de nada, no son tan fáciles de ramalear, por lo tanto… si dicen que un caballo te entrena en paciencia… un burro lo hace mucho más, muchísimo más.

Entro a la corraleta, cojo a uno de los caballos, lo llevo al pasto… come. Cojo a Fandilla, no se deja llevar del ramal, me voy, me sigue, me doy la vuelta, se va, intento llevarle a mi sitio, me huye, me pongo detrás, finalmente hay que ir empujando desde atrás… finalmente hay que ir ramaleando, sin llegar a forzar, sin llegar a empujar, simplemente haciendo sutilidades. Curioso. Muy curioso.

sábado, 11 de enero de 2014

SOY UN LIDER PORQUE EL CABALLO ME SIGUE

Muchas veces caemos en el error de pensar que si el caballo nos sigue es porque estamos proyectando una actitud de liderazgo. Seamos realistas:
Es muy emocionante descubrir que un animal que pesa tres veces más que nosotros nos sigue, nos movemos y viene detrás de nosotros, torcemos y viene, hacemos círculos y los repite. Un paso más:
¿Qué significa esto para una persona?
Un cúmulo de sensaciones, cientos de cuestionamientos, un sentimiento de “superioridad” indeseado. Algo inexplicable para muchos… al fin y al cabo, cuestión de tiempo.
¿Qué significa esto para un caballo?
Abril de 2012, Simposium de terapias con caballos en Castellón. Felipe Lleras: Hizo eso toda su vida, desde que nació siguió a su madre; si le pusiéramos a un pato también lo seguiría.
Después de esto, poco se puede añadir. Describo:
Mis caballos han seguido a niños con necesidades educativas especiales que vienen a aprender a mi casa, siguen un niño de 10 años con una edad mental de un año, siguen a personas que vienen a hacer una experiencia con caballos de un día, siguen… siguen…
Han dejado de morder a la gente que les tiene miedo, con refuerzos positivos… todo sea dicho. Otro día hablaremos de por qué los caballos muerden, lo tengo bastante claro.
Mis caballos me siguen a donde voy, la gente que viene a montar a mis instalaciones me dice “siempre van al centro, donde tu estas”. Tengo la suerte de subir a los lomos de mis caballos a niños/as de menos de tres años y dejarles sueltos con un caballo debajo; con la seguridad de que no vayan a salir a correr, no vayan a tirarles, lo peor que me ha pasado es que intenten acostarse con el niño encima… no sé qué es peor.
El hecho de que un caballo te siga no es un síntoma de liderazgo… más bien…


Comprender que los caballos suelen ir en grupo, muchas horas al día. Sus objetivos diarios son encontrar comida y agua, el que toma la iniciativa guía al grupo, el resto se limita a seguirle. Cuando nuestro caballo nos sigue no es liderazgo, es comportamiento animal. Si después de que nos siga tanto tiempo terminase encontrando agua o comida se sentiría realizado como caballo, todo lo demás es… ¿cómo llamarlo? Interacción humano- equino.