lunes, 19 de agosto de 2013

BIMBA Y EL CABALLISMO: Fin de la doma.


Doy por finalizado el proceso de desbrave de Bimba con la seguridad de que la yegua entiende perfectamente cuáles son mis intenciones cuando le pongo una silla encima. Sabe perfectamente cuáles son las cosas que no quiero que haga y, por supuesto, se centra en hacer lo que poco a poco le he ido enseñando. Quizás ese sea el verdadero proceso de doma: hacer que el animal comprenda la dinámica de ser montada y no haga nada que pueda poner en peligro al jinete. Muchos de los caballos que tienen eso que llaman "vicios" probablemente no comprendan qué significa el hecho de que les monten.

Cuando Bimba llegó a la corraleta venía de un centro ecuestre en el que habían, casi desechado, la posibilidad de que esta yegua pudiese valer para ser montada. Su dueño me dijo que seguramente sería una buena madre (yegua de cría) porque, aun siendo cruzada de PRE, tenía buen pecho y muy buenos movimientos. Cierto es, la yegua es preciosa y es un espectáculo verla moverse.

La yegua puede ser montada, claro que sí. De hecho, llevo un par de semanas montandola a campo abierto, ella sola y trabaja a los tres aires perfectamente, es algo cabezona (testaruda) y tiene muchos miedos. Nada que me preocupe, es joven y son muchas cosas nuevas.