lunes, 17 de abril de 2017

ESCUELA DE SEMANA SANTA

Después de las grandes sonrisas y el disfrute en la Escuela de Navidad, no había más remedio que repetir en Semana Santa. Con la única diferencia de que nos habíamos convertido en el doble de participantes.
Cuatro días para disfrutar jugando y trabajando en el campo.

Como cada día, damos de comer a nuestros animales, las gallinas comen harinilla con trigo en grano. Es una comida que se prepara, removiendo mucho y con muchas ganas.
Después de ello, pasamos a dar de comer a los grandullones de la casa, los caballos.

Con las lluvias del otoño e invierno, el trigo ha crecido muy bien, por lo que hemos podido segar mucho y tenemos el pajar lleno de brotes que les encantan.
Este primer día hemos plantado lechuga en suelo y en maceta, hemos aprendido que las plantas que se cambian de sitio (que no son semillas) necesitan de un gran ayudante que estimula las raíces, y esa palabra ha estado en cada taller de planta. VERMICULITA.

En los talleres de planta hemos aprendido a cultivar maiz, girasoles, perejil, cebollas y lechugas.


Como la tierra tiene que estar suelta, cogimos el rotavator y pudimos saber cómo funciona. Después de ello, la tierra estaba preparada para meterla en los maceteros y a plantar.

Uno de los talleres de planta en macetero fué para aprender un sistema de riego muy poco utilizado pero muy socorrido para cuando nos vamos de viaje. Consiste en meter una cuerda dentro del macetero y dejarla salir fuera hasta llegar a otro recipiente que llenamos de agua. Poco a poco, a través de la cuerda, el agua va pasando al macetero y nuestra planta siempre está hidratada y la tierra húmeda.


Cada día montamos a caballo, hicimos juegos y peinamos a los animales.


Tuvimos la oportunidad de plantar el maiz en suelo. Hicimos los surcos y nos organizamos por grupos para que todo quedase bien repartido. En breve tendremos resultados porque está haciendo mucho calor, lo que más le gusta al maiz junto con el agua. Aprendimos que el maiz es de la familia de las cañas, y que por eso crece donde hace calor y hay humedad.


Por supuesto, tenía que haber sitio para un taller de cocina. Volvimos a hacer el pan porque nos encantó en Navidad. Esta vez, tuvimos que hacer panes originales. Hubo caracoles, serpientes, nubes, soles...


Cada día realizamos una excursión, nos encantó la excursión para ir a conocer las cabras. Qué difícil fue perseguirlas...


Y otra de las excursiones chulas fue ir a conocer a Harley, el caballo más alto del mundo.

En definitiva, como es nuestro hacer. Poco a poco. Hemos disfrutado de cada actividad, hemos aprendido con ella. Hemos aprendido que el tiempo nos lo enseñan con las estaciones: verano, otoño, invierno y primavera. Pero también se puede medir con las actividades agrícolas. Nada tiene que ver las actividades de agricultura que hicimos en Navidad con las que hemos hecho en Semana Santa. Nada tendrá que ver con lo que se hará en verano.

Hemos aprendido que los animales nos hacen disfrutar pero que también les tenemos que cuidar.

Hemos aprendido que trabajar en la naturaleza y con ella es divertido, es emocionante. Es valiente.


Hasta pronto

No hay comentarios:

Publicar un comentario