jueves, 29 de marzo de 2012

Tener un buen caballo...

Ayer estuve conversando con una buena amiga, también amante de todo lo que tenga que ver con caballos. Comentabamos sobre el comportamiento de caballos y yeguas que ambos conocemos, sus reacciones, sus "vicios" y las diferencias que hay entre el trato con unos y con otros.

¿Sabes cuál es la diferencia entre un buen caballo y un mal caballo? Hay una respuesta, muy subjetiva pero no carente de fundamento, ya que tanto la pregunta como la respuesta fué formulada por una persona muy cercana a mi que pasa los días enteros entre ellos.

No es la respuesta sobre lo que escribo, sino más bien sobre la pregunta "¿Cuál es la diferencia entre un bien caballo y un mal caballo?". Muchas veces me sorprendo intentando imaginar qué piensan los caballos cuando estan a nuestro lado y se quedan con la mirada perdida, los parpados levemente abiertos y la cabeza como si estuviera sujeta por un hilo invisible que baja desde el cielo. Varias veces he escuchado que los caballos no existen para convivir con los humanos. Tampoco para que nos subamos en sus lomos, y por mucho que me cueste creerlo, ni siquiera para participar en sesiones de terapias ecuestres...

¿Qué es un buen caballo entonces? Mi humilde opinión es que entre una persona y un animal tiene que haber entendimiento y mucha química, bastante comunicación y mucho respeto. De ahí, nace el "buen", el caballo ya existía.

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