jueves, 17 de marzo de 2016

caballos y el área motora gruesa en la atención temprana

El título de la entrada daría para estar escribiendo un buen rato. Hoy me siento con ganas de hablar de estimulación. ¿Qué es esa palabra? Lejos de coger diccionarios y empezar a dar definiciones, creo importante ver qué es eso del caballo, del espacio, del encuentro y de la estimulación. Estimular es propiciar, invitar y... ¿Por qué no? Divertirnos.

Cuando pensamos en la Atención Temprana no debemos olvidar de que estamos trabajando en edades tempranas, por lo tanto el juego y el descubrimiento son dos premisas que no se pueden perder de vista.

¿Y el caballo? Ahí lo tenemos que meter.

En primer lugar, estar encima de un caballo supone un cambio en la cosmovisión. Suena raro. Un cambio en la perspectiva hacia el mundo. Normalmente los pequeños están, si son muy bebés, en brazos. Muchos pensamos que deberían estar en el suelo. Suelo y más suelo. Pero eso da para otra entrada. Si son menos bebés, suelen ver el mundo desde abajo mirando casi siempre hacia arriba para dirigirse a casi todo. Es el problema, muebles, calles, espacios... suelen estar diseñados para adultos. No es tan grave. Subimos al pequeño/a al caballo y empieza a vernos desde arriba. Comienza a manipular y colocar objetos desde arriba. Ese cambio de perspectiva también conlleva cambios a nivel manipulativo... coloca aros desde arriba, ensarta objetos en un cordel teniendo los elementos abajo... Todo cambia, y esto suma. Es otro ambiente, otra perspectiva y el ejercicio que parece igual es "diferente".
Me gustaría continuar con eso que llamamos la estimulación motora. Ese movimiento que nos ofrece el caballo cuenta. Impulsos estables, repetitivos que se centran en la pelvis y se propagan a todo el cuerpo. Cuidado... los más pequeños se pueden dormir. No olvidemos que mecer es bastante parecido y... a nosotros por lo menos nos ocurre.
Vamos a girar. Coloquemos pinzas a ambos lados y vamos a recogerlas para ponerlas en el cestillo. Si en vez de coger los objetos de la derecha con la mano derecha lo hacemos cruzando, además, estaremos realizando un ejercicio neuronal importante. Vamos a acostarnos y guardar el equilibrio. El balanceo que hace la grupa nos obliga a trabajar piernas, brazos, cuello, abdomen... no alarguemos el ejercicio que es duro.
¿Qué tal si miramos hacia atrás? Apoyamos las manos en la grupa y estaremos musculando la espalda y trabajando el control de la cabeza y cuello desde otra perspectiva. Los impulsos se perciben de forma diferente y ello nos da juego.
Si pedimos a nuestro pequeño/a que coja los lazos que están en las crines altas le obligaremos a extender los brazos y a adoptar una postura que pondrá en marcha sus abductores.

Hay muchos ejercicios que realizar y con caballos hay muchas posibilidades. Aquí dejamos solo unas pocas. Prometemos una continuación de esta entrada.



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