domingo, 26 de mayo de 2013

BIMBA Y EL CABALLISMO: SEGUNDA Y TERCERA SEMANA DE DOMA


¿Quién le iba a decir a Bimba lo que se le venía encima? Sin comerlo ni beberlo, resulta que hay que trabajar cada dos días. Poca cosa, unos veinte minutos. Para lo poco que parece, la pobre suda bastante.
Resulta que el dueño de Bimba ha hecho un trabajo magnífico con ella desde pequeñita. Bimba comprende trabajar al torno. Podemos olvidar la tralla y las serretas, el trabajo a la cuerda lo tiene muy interiorizado. Durante este tiempo hemos cargado las ‘ordenes de trote y galope a la cuerda, ambas muy bien aprendidas. Puedo decir que es uno de los caballos que mejor trabaja a la cuerda que he conocido.
Avanzando, la silla. Sin problemas, superando todo lo que le echen, Bimba se puso la silla y Salio a trotar con ella. La cincha es algo que no llega a comprender. A medida que iba pasando el tiempo con la silla encima yo le iba apretando puntos de la cincha y, no nos engañemos. No llegó a encontrarle la gracia al chiste de tener algo que le oprime. Poco a poco Bimba, no te pido que lo entiendas, pero con tiempo y repetición, algún día, te dará igual.
¿Qué me cuentas del filete? Como nos comentó el veterinario, uno gordo que no se le clave en las encías y sobre todo que no se le pueda salir. Pues eso hicimos. El problema es que te gusta poco que te trastee la boca. De momento, entre un poco de miel rebajada en agua y mi empeño, terminas con él en la boca. No parece que te moleste mucho tenerlo pero lo cierto es que te cuesta aceptar que hay que metértelo. Con tiempo (y una caña, como dicen).

Ayer fue el paso esperado. Si, me subí en ella por primera vez. No hubo que andar pero, sin muchos más problemas, pude apoyarme en su lomo unas cuantas veces y, después de unos minutos, sentarme. Dos veces, porque no quería dejar de tener esta instantánea. Una vez arriba, bajé a por la cámara y hoy veis, Bimba avanza. Bien hecho, compañera. 


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