LA MONTA “AMAZONA” EN TERAPIAS ECUESTRES
Como viene siendo mi experiencia, trabajar en edades
tempranas (o atención temprana) es el centro de mi trabajo. El grueso. Siempre
intento trabajar en diferentes posturas para aprovechar los balanceos y las desestabilizaciones
que proporciona cada una. De esta forma, estimulamos la capacidad de equilibrio
y, por supuesto, la recomposición de la postura.
Trabajar a horcajadas favorece el trabajo del cuello,
abdomen y, sobre todo, se pone énfasis en la abducción. Con esto estamos
trabajando la capacidad de andar. El aumento del tono muscular en abductores y,
sobre todo, propiciar la activación de estos hace que la deambulación se mejore
y se recomponga la postura de bipedestación. Ahora bien…
Para andar, en los inicios de esta acción, se precisa de un
punto de referencia. Ver cómo los bebes comienzan a andar es muy ilustrativo
(Tener dos hijos de edades tempranas me ha ilustrado mucho).
Llegado un momento, el punto de referencia se deja de tener
en cuenta y la deambulación continua. Así pues, trabajar de un lado del lomo
del caballo (y del otro, a misma duración y cadencia) fomenta la activación de músculos
como sistema abdominal, glúteos, abductores, cuádriceps, gemelos (y quien sabe
cuantos mas…) y esto nos lleva a pensar y comprobar que ha de ser una práctica
imprescindible en edades tempranas.
Cuando lo realizo, trabajo con un leve presión en cuádriceps,
y me doy cuenta de cuán positivo es en la activación de músculos. Rápidamente
se ven los resultados. Lo trabajamos sin cinchuelo. No hay posibilidad de
agarre para realizar compensaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario